Consagrada en 1041 por el mismo Abad Oliba, se puede ver la cubierta de losas de piedra románica, oculta desde el siglo XVII bajo un tejado. Para poder visitar la cubierta de losas de piedra se construyó una ligera escalera metálica y una sala de exposiciones en que se puede ver la cubierta, una maqueta de la iglesia y también el antiguo reloj original del siglo XVIII y de fabricación catalana. Al cuerpo de campanas se ha conservado una antigua matraca, que es un instrumento de madera que sustituía las campanas durante Semana Santa, que ya se ha hecho restaurar dado que se trata de los pocos ejemplos de este tipo que se conservan en buen estado en Cataluña.

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